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¿Quieres conocer cuáles son los mejores trucos para adiestrar a tu perro? Aplicarlos en cualquier etapa de su vida es el camino para conseguir un perro educado e integrado en la sociedad.
Se comete un error al asociar el adiestramiento canino a los primeros meses y años de existencia. En realidad, ha de durar toda la vida. Como las personas, ellos también pueden seguir aprendiendo de forma permanente. Por ello, tienes que ser constante y entrenar a tu perro día a día, sea cual sea su edad.
A continuación, te planteamos un decálogo con las mejores recomendaciones. Si perseveras en ellas, obtendrás muy buenos resultados.
Su capacidad de atención es limitada, como también nos ocurre a nosotros. Aunque depende de la raza y las características del perro, es más productivo no alargar estos entrenamientos más de diez o veinte minutos. Con una o dos sesiones diarias así es más que suficiente.
Aunque el adiestramiento canino dura toda la vida, los principios son vitales. En consecuencia, empieza cuanto antes con los cachorros y con los perros que acaban de llegar a casa. Plantea de inmediato unas cuantas reglas básicas, sencillas y fáciles de cumplir. Sé coherente e inflexible con su cumplimiento, lo necesita para aprender.
Las recompensas son el mejor recurso para estimular al perro y enseñarle lo que está haciendo bien en cada momento. Al recibirlas, asocia su conducta con el premio y aprende a repetirla. Pueden ser golosinas, caricias o juegos. Cuando lo hace mal, hay que ignorarlo para que comprenda que no obtiene nada.
Los premios están bien, pero son aún mejores cuando los acompañas con halagos, elogios y loas verbales. Pronúncialas con voz amable y aguda, sobre todo si son cachorros. Por el contrario, cuando fallan o desobedecen, usa una voz más severa.
El maltrato canino es una abominación y, además, improductivo para entrenar a tu perro. Lo único que conseguirás es hacerlo desconfiar de ti. La voz seria, una gesticulación facial de desaprobación y algún ruido suave tendrán el efecto que precisas.
Los cachorros y los perros más nerviosos pueden morder en exceso cuando están jugando. Los más pequeños no controlan su fuerza y cometen este error hasta que aprenden a dominarse. Emite un pequeño grito al sentir sus dientes, lo cual provocará que te suelte. A continuación, ignóralo durante veinte segundos; transcurridos, retoma el mismo juego de antes.
Pedirle que se acerque a ti cuando vas a reprenderlo es un error importante. Si quieres hacerle entender su mal comportamiento, ve tú hacia él. De lo contrario, asociará que cuando se acerca a ti lo vas a castigar y acabará rehuyéndote.
Esta es otra habilidad clave que debes practicar. Si el perro es adulto, fíjate en cómo es antes de empezar a adiestrarlo. Sobre todo, identifica qué le pone nervioso e incómodo; evita esos estímulos hasta que confíe en ti. Si, por ejemplo, le intranquilizan las tijeras de peluquería canina, no lo entrenes justo después de esta actividad.
Tan importante como establecer unas sesiones fijas de entrenamiento es no interferir en las otras rutinas que ya tiene. Coordina los entrenamientos con sus actividades favoritas, como el paseo o sus juegos más divertidos.
Nadie nace aprendido; mucho menos los perros, en especial cuando son adultos. Así que debes ser paciente y valorar en su justa medida los avances conseguidos, aunque no sean tantos ni tan rápidos como te gustaría.
Los mejores preparadores caninos incluyen algunos recursos muy valiosos en su equipo. Estos son los materiales para el adiestramiento canino que no te deben faltar al entrenar a tu perro:
Algunos entrenadores utilizan también otros elementos, como transportines, collares antiladridos u objetos diana. En todo caso, personaliza el entrenamiento y aplica estos trucos para adiestrar a tu perro con tanta paciencia como actitud positiva. Empieza cuanto antes y verás lo pronto que llegan los progresos.